Un gasto deducible es aquel gasto que la normativa permite descontar de los ingresos fiscalmente computables.
Cuando autónomos o empresas tienen gastos derivados de su actividad económica, Hacienda permite una deducción fiscal mediante dos vías: IRPF e IVA.
Existen tres condiciones para que el gasto sea deducible:
- Que esté relacionado con la actividad económica
- Que esté justificado con la factura de compra
- Que esté reflejado contablemente en el libro de gastos
En el caso de los autónomos, por ejemplo, los sueldos y salarios son deducibles de cara al IRPF y el IVA, así como la cuota de autónomos.