La situación en la empresa siempre ha de respetar la siguiente ecuación:
Total Activo = Total Pasivo Total Patrimonio Neto
A esta estructura se le denomina Balance, y se puede interpretar en los siguientes términos: todos los bienes y derechos que tiene la empresa (Activo) han de ser igual a sus obligaciones (Pasivo) más los recursos propios que tiene la empresa (capital y otras aportaciones de socios). En definitiva, lo que muestra el Pasivo es cuál es el origen de los recursos económicos que tiene la empresa. Los divide en dos grandes bloques: los que proceden de la propia empresa y los que proceden de obligaciones con personas o entidades ajenas a ella.
Los que proceden de la propia empresa son los que englobamos en el apartado de Patrimonio Neto. Llegan a la empresa en forma de:
- Capital aportado por los socios en el momento de la creación, o bien por ampliaciones de este capital que se pueden haber producido en periodos posteriores.
- Reservas: son fondos que se han generado con los beneficios de años anteriores y que permanecieron en la empresa.
Lo que muestra el Pasivo son las obligaciones que tenemos con terceras personas. Estas, a su vez, se dividen en:
- Obligaciones a corto plazo: son aquellas que tienen un vencimiento inferior a un año, como las deudas con proveedores.
- Obligaciones a largo plazo: tienen un vencimiento superior al año, y generalmente se contraen con entidades financieras por préstamos recibidos.
![SII PROGRAMA CONTABILIDAD](https://microdata.es/wp-content/uploads/nuevo-msconta-1.jpg)
Lo que nos muestra el Activo es en qué hemos materializado esos recursos que obtiene la empresa de fuentes propias (Patrimonio Neto) y ajenas (Pasivo).
Esta ecuación fundamental de la contabilidad es el punto de partida de la contabilidad moderna por partida doble.