Actualizado: 5 mayo, 2022
El pasivo es una de las partes que forma el Balance y se integra en las cuentas anuales de la empresa. Así, según el Plan General Contable, esto son las “obligaciones actuales surgidas como consecuencia de sucesos pasados, para cuya extinción la empresa espera desprenderse de recursos que puedan producir beneficios o rendimientos económicos en el futuro. A estos efectos, se entienden incluidas las provisiones”.
Dicho de otro modo, son las deudas de la empresa y reflejan las obligaciones actuales que tiene la empresa con origen en transacciones financieras pasadas.
Aquí, se encuentran dos conceptos:
Pasivo corriente
Son las deudas y obligaciones que tiene la empresa y que debe devolver en un tiempo menor a un año (a corto plazo). También recibe el nombre de pasivo circulante o pasivo a corto plazo.
El pasivo corriente está compuesto de:
- Pasivos vinculados con los activos no corrientes.
- Provisiones a corto plazo (tiempo inferior a 1 año).
- Deudas a corto plazo.
- Deudas a corto plazo contraídas con entidades del grupo empresarial y con empresas asociadas.
- Acreedores comerciales y otras cuentas que deberán ser pagadas.
Pasivo no corriente
Hace referencia a las deudas y obligaciones que tiene la empresa y que debe devolver a largo plazo; es decir, en un tiempo superior a un año.
El pasivo no corriente está compuesto de:
- Provisiones a largo plazo (tiempo superior a 1 año).
- Deudas a largo plazo.
- Deudas a largo plazo con entidades del grupo empresarial y asociadas.
- Periodificaciones a largo plazo.