Concepto de nómina
Según la RAE una nómina es la cantidad de dinero que recibe regularmente una persona por el trabajo realizado en una empresa o entidad pública, es decir, la cantidad pagada a los empleados por el trabajo que han hecho en la empresa durante un período determinado de tiempo, normalmente mensual o trimestral.
También una nómina se puede definir como el documento que certifica que la compañía ha abonado a sus empleados la remuneración que les corresponde. Dicho certificado debe incluir los pagos extra y los descuentos que correspondan de acuerdo a la ley.
El modelo más generalizado de nómina está constituido por tres grandes bloques: encabezamiento, devengos y deducciones.
Encabezamiento de la nómina
En el encabezamiento de la nómina debe constar la información principal de la empresa o empresario. En el caso de la empresa, es el nombre o razón social, el domicilio y el número de la Seguridad Social.
También debe constar información del trabajador: su nombre y apellidos, número de afiliación a la Seguridad Social y, sobre todo, tres datos clave:
- Categoría profesional: Tipo de labor que realiza de acuerdo a su formación, por ejemplo, practicante profesional.
- Puesto de trabajo: Indica la tarea que desarrolla la persona en la empresa, por ejemplo, practicante del área de marketing.
- Antigüedad en la organización: Influye para determinar los abonos extra por antigüedad, ascensos, premios o indemnizaciones en despidos.
Devengos de la nómina
Los devengos son los pagos adicionales que percibe el trabajador por diferentes conceptos. Existen dos tipos: los que cotizan a la Seguridad Social (debe descontarse un porcentaje) y los que están excluidos de cotización (sin descuento).
En los devengos deben constar los complementos salariales y las percepciones de carácter asistencial y acción social de la empresa. Estos últimos no forman parte del salario, pero cotizan a la Seguridad Social.
Deducciones de la nómina
Finalmente, se debe descontar lo que el trabajador debe pagar en tributos. En el caso de España, estas son las deducciones, por ejemplo, por el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y por la Seguridad Social.
Así, una vez descontados estos abonos al Estado, se determina el ingreso líquido del empleado.