Actualizado: 24 mayo, 2021
Se entiende por costes el valor monetario que una empresa ha invertido para producir un producto o servicio. Es decir, os gastos en equipos, materias primas, mano de obra, etcétera.
Se pueden diferenciar los siguientes tipos de coste:
- Coste de venta: Gasto que supone producir los artículos vendidos o los servicios prestados en un determinado periodo de tiempo. Dicho gasto está asociado a las materias primas utilizadas, al personal que se necesita, etc.
- Coste de producción: Conjunto de costes directos e indirectos que han sido necesarios para producir una mercancía.
- Coste fijo: Es el tipo de coste que no varía en un periodo de tiempo corto y que es independiente de la actividad productiva de la empresa.
- Coste variable: Es un tipo de coste que varía en función de los niveles de producción. Es decir, cuanto más elevada sea la producción, más elevados serán también los costes variables. Por ejemplo, son costes variables la materia prima o la mano de obra.
- Coste directo: Son los gastos que tiene una relación directa con la producción y realización de los productos o servicios que ofrece una empresa. Estos costes afectan, por tanto, al precio de un producto o servicio. Por ejemplo, son costes directos el envío, el seguro de transporte, el embalaje, los sueldos de los empleados…
- Coste indirecto: Son aquellos que no son directamente imputables a la producción de un bien o servicio. Por ejemplo, el alquiler de una nave.
- Coste a corto plazo o largo plazo: Según si dichos costes se han generado en un plazo inferior o superior al año, respectivamente.