Una excedencia es una suspensión temporal de la relación o contrato laboral por elección del trabajador o por causas similares con él. La excedencia laboral es un derecho que asiste a todos los trabajadores. Pero no ha de confundirse la excedencia laboral facultativa con la forzosa.
Tipos de excedencia laboral:
La excedencia laboral forzosa
La excedencia laboral forzosa se otorga en todo caso al trabajador cuando a este se le destina para ocupar un cargo público o un puesto de compromiso sindical. Un hecho este que imposibilita el hecho de seguir en el puesto de trabajo original. Esta clase de excedencia otorga derecho a que el trabajador conserve el puesto de trabajo. Además, se facilita el cómputo para la antigüedad a lo largo de su vigencia. Una vez finalizado el tiempo por el que se deja el puesto, se va a tener que pedir el reingreso. Y va a existir de hacerse esto antes de que transcurra un mes desde que se deja el cargo público.
La excedencia laboral voluntaria
La excedencia laboral facultativa puede solicitarla algún trabajador. Pero hay que reunir el requisito de tener, como mínimo, un año de antigüedad. Y la excedencia laboral en esta situación va a poder permanecer entre 4 meses y 5 años. Además, si ya se ha gozado de una excedencia laboral con anterioridad, tienen que haber vivido al menos 4 años desde aquella. Como diversos tipos de excedencias laborales voluntarias, encontramos:
La excedencia laboral para el precaución de los hijos: en esta situación se concederá un tiempo no mayor a los tres años.
La excedencia laboral para el precaución de un familiar: este tendrá que ser de segundo nivel de consanguinidad, y se concederá como más alto una excedencia laboral de dos años de duración. En los dos casos, el tiempo de excedencia es computable a efectos de antigüedad en la compañía. Y a lo largo de el año uno se va a tener derecho a la reserva del puesto de trabajo. Transcurrido ese tiempo, la reserva va a ser en relación a un puesto de una categoría semejante o al mismo grupo profesional.
Cómo pedir una excedencia en el trabajo
Lo más relevante en el momento de entender si un trabajador puede pedir una excedencia en el trabajo es su antigüedad en la empresa: solo esos trabajadores que lleven un mínimo de un año en su puesto de trabajo pueden pedirla. Y, en el momento de solicitarla, el lapso que pacte el trabajador para su excedencia tendrá que ser respetado; si este quiere reincorporarse antes, la compañía puede negarse. Si no se conoce cuánto va a permanecer la excedencia, es preferible hacerla de manera indefinida.
El trabajador no posee ninguna obligación de transmitir a la compañía el fundamento por el que solicita la excedencia. Sin embargo, si se quiere garantizar el reingreso al puesto de trabajo, no sobra que comunique al empresario sus inquietudes y el porqué de su excedencia para, sencillamente, quedar en buenos términos. En relación las obligaciones de la compañía, la cosa se complica. Ya hemos citado que todo trabajador tiene derecho a una excedencia si cumple con los requisitos necesarios.
No obstante, la compañía puede no concederla. Si el trabajador quiere, podría quejarse frente un tribunal, pero tampoco es seguramente lo ganara. Suponiendo que el trabajador coja una excedencia que le fue denegada, la compañía puede alegar un despido disciplinario (lo que dejaría al trabajador sin indemnización). En todo caso, toda compañía tendrá que, frente una aprobación de excedencia, comprobar si el trabajador cumple con los requisitos y dejar todo por escrito.