Actualizado: 27 abril, 2020
Un gasto tiene lugar cuando se destinan recursos económicos para conseguir bienes y servicios que satisfagan una serie de necesidades. Así, las empresas o autónomos también incurren constantemente en gastos , en pos de mejorar las condiciones de su negocio.
En la contabilidad de la empresa, se pueden diferenciar entre estructurados por orden y naturaleza:
- Compras: Cuando se compran cosas necesarias para el negocio.
- Variación de existencias: Cuando se realizar el inventario al terminar el ejercicio y se observa que lo que se tiene en el almacén es de menor valor que al principio del ejercicio.
- Servicios exteriores: Aquellos gastos que se tienen por actividades que han sido realizadas por otras personas para el negocio, como alquileres, servicios profesionales, transportes, etcétera.
- Otros gastos de gestión: Aquellas pérdidas del negocio que no están previstas en otras partidas.
- Gastos financieros: Se incluyen aquí los intereses por deudas y las variaciones de valor de los instrumentos financieros
- Pérdidas procedentes de activos no corrientes y gastos excepcionales.
- Pérdidas por deterioros y otras dotaciones: suponen la disminución de valor de los activos.
Diferenciación de los principales gastos
Además de la clasificación anterior, existen tres tipos que también deben señalarse y reconocerse:
- deducibles: Aquellos que pueden imputarse en el procedimiento de liquidación para calcular la base imponible de un impuesto.
- de constitución: deben desembolsarse para crear una sociedad mercantil.
- de establecimiento: son necesarios para comenzar con la actividad productiva.